Aunque J. Balvin. no lo dijo así literalmente, que un músico piense de este modo significa que no sabe ni conoce mucho de música, por más premios recibidos en la industria.; cuando una persona mediática dice cosas así tan a la ligera es un problema porque hace creer a quien lo escucha y sigue que sus palabras son ciertas, y éstas las aceptan sin cuestionamientos.

Leí hace unos días una nota de El Comercio, donde el reguetonero comenta que la música es para motivar e inspirar (lo cual no discuto) pero para educar pues no él no considera deber de un músico enseñar algo.

No me gusta criticar a lo tonto el trabajo musical de una persona que piensa diferente a mí; por eso me dispuse a escuchar parte de la discografía de este cantante para confirmar si realmente su música divierte, motiva e inspira. Lo que encontré son canciones como Snapchat, siempre es fácil escribir ese tipo de letras, tan propias de músicos dedicados al reguetón.

 

Con mi música busco inspirar a la juventud (incita al morbo), llevar un mensaje (como sus canciones Snapchat, Bonita, La venganza o Primera cita), motivarlos a que se alejen de los malos hábitos (¿Esto no es educar? Pero igual no lo hace).

 

No puedo negar que varias de sus canciones tienen buenas mezclas, en general y a excepción de la letra, la musicalización sí entretiene pues es pegajosa, invita al baile, lo que no me gusta es que en varias canciones se nota el trato hacia la mujer como un objeto.

Balvin comentó también que “nosotros (los músicos) no somos los padres de tus hijos, en los artistas no puede recaer la responsabilidad de la juventud”. Pues creo que tampoco deberían dedicarse a degenerarla. Una cuestión de coherencia.

«Si no te gusta no lo escuches» es un argumento fácil, de alguien que no ve más alla de sus ojos, yo creo que la gente merece más y mejor contenido para ampliar sus expectativas, como público lo merecemos.

Por eso creo que es oportuno que deje en este post algunos datos sobre la educación y la música así como algunas producciones destinadas a tal propósito.

Para empezar, la música, como herramienta en la educación, permite una experiencia enriquecedora para el alumno y maestro, y eso es fácil de ver en los centros de educación infantil, donde la música se usa para enseñarnos a lavarnos las manos, contarnos cuentos, el abecedario, etc. Este año encontré un canal de Youtube que a los padres les ayudará mucho en los primeros años de educación:

 

 

Si tu hijo es un pequeño roquerillo, HeavySaurios es una opción estupenda para contarle historias de fantasía o hacerles tomar leche.

 

 

Pero la música y la educación no están reservadas solo para los niños, y si quieres reirte y aprender algo de gramática, matemáticas, filosofía o geografía, con Los Wikipedia, del programa Sin Codificar, eso es cosa fácil.

 

 

O para crear conciencia como este rap español:

 

 

O quizás algo de educación sexual con El Chojin:

 

 

Y si gustas de la ciencia, Symphony of Science te va a encantar:

 

De hecho, la música sirve hasta para aprender otros idiomas, pues nos ayuda a conocer la pronunciación y expande nuestro vocabulario; divertir, entretener e inspirar no es lo único que la música puede lograr, por algo es el arte por excelencia, el que llega más rápido y más profundo. Quizá esto no lo sabía J. Balvin.