Mariano Mart es un cantante y músico argentino de electropop que ha estado en contacto con la música desde los tres años de edad, cuando empezó a cantar. Reside y trabaja como solista en Perú hace más de cinco años; su música ha sido influenciada en gran manera por el tango y, por su tío: cantante, coleccionista y difusor de la música folklórica urbana en Argentina.

Era casi la hora pactada de la cita y yo estaba un poco nervioso porque esta es la primera entrevista que hacía a un músico de electrónica, conocerlo en persona fue mejor de lo que imaginé. Mariano Mart es un hombre humilde, sencillo, tranquilo, con opiniones acerca de la realidad muy acertadas, con una visión de la vida muy amplia y, en esta entrevista nos habla de cultura, la coyuntura social, música, Miky Gonzáles y más.

Cómo te inicias en la música

Yo canto desde los tres años, no profesionalmente; sin embargo en mi entorno familiar siempre hubo artistas. Entre el tango, el folklore, la poesía, el rock —muy ecléctica la cosa a nivel artístico—, yo diría que uno de los pilares en mi formación fue la presencia de mi tío Osvaldo, quien fue cantante, coleccionista de música y difusor del folklore urbano; de ahí vengo.

 

Mariano Mart junto a su banda Z-80.

Mariano Mart junto a su banda Z-80.

 

Cuéntanos un poco de tu banda mater Z-80

A los 15 años hubo la oportunidad de entrar a la Tv, pero al ver los entremeses de la farándula preferí preservarme un poco de todo eso y hacer las cosas de manera independiente. Así trabajaba yo con las computadoras haciendo música (1990-1992). Al año 1996, con mi amigo (G)eorge, fundamos Z-80. Él trabajaba toda la composición artística con computadoras y con trackers, yo incluía arreglos, escribía las letras y cantaba. Empezamos a girar en algunas radios locales y dentro de la precariedad de la Internet, que todavía no era muy popular. Yo quería empezar a tocar en vivo pero a (G)eorge le gustaba más el tocar en estudio y, ahí él decide no seguir con el proyecto, yo sigo adelante. Luego estuve buscando tecladista y al año conozco a Juan Pablo y empezamos a tocar en vivo, hicimos micro giras en el circuito de Buenos Aires; todo eso hasta el 2001, que fue el crac económico en Argentina y tuve que frenar todo, nosotros ya estábamos grabando un álbum, yo estaba con el home studio montado, trabajando con sintetizadores, había dejado las computadoras; en el 2001, el robo que hicieron los políticos truncaron la posibilidad de lanzar el disco. Juan Pablo decidió dejar de tocar por un tiempo, y ahí empiezo como solista.

Entonces tienes ya 16 años como solista

No. En el 2005 me había retirado un poco del circuito, quería hacer una pausa y experimentar otros horizontes y, desde el 2006 hasta el 2011 me dediqué a viajar por el mundo, a temas netamente espirituales. En el 2011 vengo a Perú desde Europa y, luego en el 2012 voy a Argentina a retomar la música pero encuentro al país devastado por la mala gestión de gobierno; no logré nada pero me reuní con Juan Pablo nuevamente, quien estaba trabajando como Electrochongo en su carrera como solista y, ahí hicimos tres shows como Z-80 pero a fines del 2012 vuelvo a Perú gracias a la imposibilidad de establecerme en Argentina debido a todo el desequilibrio social – económico.

Cuando llegué a Perú, hice dos shows, el primero en el Zela, con Dante Gonzales en los teclados, el segundo en el KocaKinto, en febrero del 2013. Al ver mejor perspectiva económica en Perú, en marzo viajé a Argentina a traer todas mis cosas. Y desde ahí vengo haciendo conciertos, de la mano con mi manager Ursula Olórtegui, quien es una gran partner, ella es la culpable de la gira que hice en Tacna hace poco.

Viviendo en el Perú ya cinco años y desde tu perspectiva como ciudadano del mundo, cómo ves el tema cultural en nuestro país

Hay un quiebre social que veo yo en el Perú, como artista y ciudadano, la cultura va de la mano de la educación y, en Perú no hay educación, no hay política de educación concreta, ni a corto, ni mediano, ni largo plazo. Si no hay educación no hay cultura, paradójicamente, la región del Perú tiene a grosso modo más de 16 mil años de cultura, de artes, de ciencias, de tecnología; pero si no tienes educación, todo eso pasa desapercibido. Y realmente eso es un daño enorme para el Perú, porque le están negando a los peruanos —el propio gobierno— las herramientas para apreciar lo propio o cualquier manifestación artística o cultural de personas nacionales o extranjeros. Eso es un daño, porque esa es la actitud del mediocre, mientras la mediocridad siga instaurada en el Perú, de mano y promovidas por las gestiones de gobierno, vamos a seguir así, nada va a cambiar.

Como extranjero, ¿has tenido malas experiencias con nuestras instituciones públicas?

Todo lo que el Perú puede tornar a su favor, irrisoriamente, lo genera en su contra. Migraciones es la cara del Perú, hasta hace un año te trataban pésimo y, digo hace un año porque es el tiempo que no voy; vas a hacer los trámites, te echan, te piden coimas, te ponen trabas, te hacen la vida imposible. La Dirección Nacional de Migraciones del Perú es un organismo gubernamental, por lo tanto, todos los ciudadanos que pagamos impuestos, les pagamos los salarios a esas personas y, muchas de ellas no tienen vocación de servicio para la función pública; entonces, cuando tenés esa calidad humana en un organismo público que es la cara del país al resto del mundo, tenés los resultados que tenés cuando vas a otro país y dices: soy peruano. La caridad bien entendida empieza por casa, si en Migraciones discriminan, qué podés esperar del resto del país, si en Migraciones tratan mal a los inmigrantes, qué podés esperar del trato que te dan en otros países.

Hay muchas cosas que forman parte de la cultura, el trato interpersonal es algo cultural, si yo te trato mal desde chiquito, cuando seas mayor vas a tratar mal y vas a buscar ser maltratado, porque ese es el modelo y patrón que te enseñaron; eso se puede observar en mucha gente del Perú. Generación tras generación se va intensificando hasta hacerse cotidiano, desde el trato hostil que pasa a ser violencia pasiva, donde ya no identificas la violencia, vives en un estado constante de violencia. En Perú no hay instituciones públicas de salud mental prácticamente, ni políticas de salud mental. Hay un exceso de abuso a los sectores socialmente débiles como los ancianos, las mujeres y los niños, el abuso a estos sectores es superlativo. Instaurar la conducta marginal como algo cotidiano también forma parte la cultura del mediocre y, lamentablemente, es algo que vienen fomentando las gestiones de gobierno. Incluso en Argentina, desde hace 15 años se viene fomentando la cultura de la mediocridad, del desgano, del abuso, de la ignorancia.

 

 

Los peruanos somos discriminados y discriminadores

Es que algo que aprende el peruano desde muy temprano es que los de la sierra son cholos y los de la selva son indios. Cuando te enseñan a tratar despectivamente a tu vecino, qué podés esperar. Hay un tema muy delicado, acá hay mucha sustancia y diversidad pero no hay calidad humana donde debería haberla. No solo te discriminan, sino que te aíslan, no te dan chance de una apertura. Pero si hubiese educación, la gente aprende a discernir y busca el crecimiento, el contenido. Ante la falta de educación, hay una ausencia de preguntas, porque hay desinterés, porque no tienes la chispa, ese diablito de la curiosidad que te cuestiona todo de la buena manera.

Esa ausencia de calidad humana de la que hablas se ve no solo en las personas en cargos públicos

Sí, por ejemplo vas en el bus y ves que no le dan el asiento a una persona mayor, vos te levantás para cederle el tuyo o levantás la voz pidiendo que la persona que usa el asiento reservado se lo ceda, viene la señora mayor y te dice: “No, está bien, gracias.” Te la rebaja, me entendés. Esa persona te está negando hasta la posibilidad de hacer valer su propio derecho. Es como si fuera el Síndrome de Estocolmo, es una situación deforme. Te está robando un tipo, alguien viene y te ayuda, lo capturan y luego sales a defender a tu agresor: “No, pobrecito, no lo lleven a la cárcel.” Cuando ves que el ciudadano es cómplice de lo mismo que se queja y pretende que otros cambien es como que te genera un ¡Andate a la mierda! Tenés un 90% de gente que es así y, solo un 10% que quiere que las cosas cambien y creen que se puede.

Qué opinas del rock peruano

Luego de lo que voy a decir me van a lapidar pero la realidad es que en el Perú no hay rock. Sobre todo por lo siguiente, el rock en el Perú empezó en la década del sesenta, pero qué era lo que pasaba, habían algunos hijos de papá con plata que querían hacer lo que hacían afuera, así que armaban la bandita porque tenían plata e imitaban, tocaban en la fiestas de amigos pero no había industria. Qué pasó, más de cuarenta años después, otros chicos, que también eran hijos de papá con plata, escucharon eso y en su imaginación crearon un circuito que nunca existió. Con esto no desmerezco a artistas de esa época que son espectaculares y bandas pilares, pero no podés negar la realidad, no podés reinventar la historia con algo ficticio, porque eso solo genera confusión. Si Perú hubiese tenido realmente rock, podría estar tranquilamente en la vanguardia del rock, ¿por qué? por la fusión de la música de la sierra y selva con el rock. Los Saicos por ejemplo, debieron hacer rock en quechua, ¿querés rock de vanguardia? Ahí tenés. Pero justamente como no había rock, no lo hicieron.

Y qué es ser rockero

El rock no es alcohol y drogas, el rock es todo lo contrario, es la rebeldía como herramienta de sublevación ante la mediocridad reinante, el rock es la transgresión en el buen sentido. Si todos son drogadictos, el rockero es el que no se droga, si todos son unos borrachos, el rockero es el que no toma trago; es mirar la vida, ese debería ser el rock del S. XXI. Pero hoy es muy fácil comprarse el kit del rockero.

 

Mariano Mart en el Victoria Bar.

Mariano Mart en el Victoria Bar. Foto del Victoria Bar.

 

¿Te gustan los ritmos de la sierra y la selva?

A mí me encantan los ritmos de la sierra y selva y, es triste que mucha gente todavía se avergüence de toda esa cultura tan rica. Algo de lo que hace poco me he enterado y el estado está haciendo es implementar de forma obligatoria la enseñanza del quechua en las escuelas; pero eso debieron hacerlo hace mucho, para qué esperar tanto tiempo.

Tenemos en Perú mucha diversidad y, en el resto del mundo también la hay, pero los medios de comunicación transmiten lo mismo de siempre y pocas cosas son constructivas…

Si no hay diversidad no pasa nada, pero sucede que hay un grupo de poder que propicia situaciones para que la gente se adapte, no al crecimiento, sino a una involución; uno de los resultados de esto es el reguetón, donde en pleno S. XXI, donde muchos se llenan la boca de espiritualidad, de la consciencia elevada, tenés a un grupito de animales que reducen la música a un coito. Si les gusta eso está buenísimo, pero que se lo queden para ellos, el problema es cuando los medios masivos de comunicación instauran eso como algo que es así, te lo imponen y lo normalizan, ahí se acabó todo.

Ya es común que la música que ameniza las fiestas infantiles sea el reguetón, con los niños cantando y bailando esas canciones

Eso es una aberración, eso es más nocivo que la diversidad sexual, porque eso va directo a los chicos, asumen que es lo que está bien. El pibito bombeándose a la pibita de tres años y los padres lo festejan. Es un abuso de menores consentido por los propios padres. ¿Pero qué es lo que pasa si aparece una persona por la calle a que le gustan personas del mismo sexo? “¡Ah, no! Debo proteger a mis hijos de esto, están en peligro.”

La reacción desmedida ante un agente externo, no es sino el reflejo de la perversión que hay en el seno de esa familia, porque si el pibito baila reguetón y sutilmente está abusando de su primita o amiguita de cuatro años, el problema no está en el gay que pasó por la calle frente a tus hijos. Si alguien no está coartando las libertades del otro, no es ningún peligro.

Qué marcó tu entrada al electropop o qué te llamó a ir por ese rumbo musical

Gracias al material de Giorgio Moroder que encontré en la colección de más de 40 mil discos de mi tío Osvaldo, Moroder es un artista italiano que es un maestro de la música electrónica. Cuando naces con música es difícil decir ésta es la primera canción que me marcó. A mí regalaron de niño una guitarra y no me gustaba, pero cuando me regalaron una computadora se me abrió todo un mundo, porque además siempre me llamó la atención la tecnología. Con la computadora sentí que había encontrado realmente mi instrumento.

 

 

Todavía se cree que el músico que hace electrónica se la lleva fácil, que la computadora lo hace todo. Eso es una mentira. Miky Gonzáles fue criticado cuando empezó a hacer electrónica.

Yo tuve la fortuna de conocer un poco a Miky Gonzáles, él es un músico de jazz, un artista increíble, él refundó y reinventó tres veces el rock peruano: por su puesto que lo van a criticar; es un artista que revoluciona la música constantemente. Hace tiempo que él fusiona lo electrónico con lo afro-peruano, por su puesto que lo van a criticar porque no tienen ni puta idea de su talento y, algunos que sí tienen idea, se cagan de envidia. Esa es la cultura del mediocre. En lugar de criticarlo deberían darle un espacio como representante de la música en el Perú.

Muchos son los que dicen que el Perú es un país feo y pobre, no por su cultura sino por su gente…

Hay que tomar en cuenta una cosa, el Perú es una país hermoso, excedido de riquezas pero tenemos tanta mierda en el Perú que esa mierda nos tapa todo lo hermoso; entonces algunos dicen —con razones infundadas— que el Perú es feo, de la misma manera que dicen que el Perú es pobre. El Perú es un país hermoso y empobrecido, que son dos cosas muy diferentes, hay que observar el origen de las cosas para comprender para dónde se van.

¿Cómo es posible que en el Perú —un país que se popularizó en los últimos años por su gastronomía y, que actualmente es uno de los pocos países que tienen alimento en el sentido literal de la palabra, es decir, hay sustancia en su alimento— aún haya tantos problemas de desnutrición, que chicos con este problema en sus primeros cuatro años de vida, luego tengan problemas en actividades intelectuales por falencias en su alimentación?

Son cosas muy contrapuestas y vuelvo a decir algo que es importante: eso es pura responsabilidad de los gobiernos, para eso pagamos impuestos: para que haya buena educación, buena alimentación, cultura, etc.

Volviendo al tema musical, las letras de tus canciones son bellas, sencillas, sin pretensiones. Háblanos de tu proceso creativo en la composición.

Me alegra que hayas leído las letras de mis canciones. Yo escribo poesía y, la poesía es la música de las palabras, donde la historia no está premeditada sino que se compone; cada palabra tiene su cadencia, su musicalidad, su vibración y, gracias a ello, articulan y trabajan, interdependiendo o no, en la misma poesía, todo eso es música.

Si hablamos de proceso compositivo como proceso de creación, la verdad es que los recursos son infinitos. Hay canciones que me son “reveladas” en sueños, hay días que me despierto con la canción, otras veces simplemente es el mismo devenir de la música y de estar tocando constantemente, que vaya naciendo melodías y luego el proceso de escribir, que es constante. No tengo un orden, en este aspecto soy caótico. Tengo un método, el de la música, como se genere, como nazca la idea. Me parece más importante poder enfocarse en la manifestación creativa y tratar de fluir con ella que caer en tecnicismos rebuscados. Si tenés la melodía, buenísimo, desarrollarla es cuestión de trabajar con herramientas. Después viene el proceso académico de escribir la partitura, de trabajar organizadamente en la creación musical pero ya habiendo conseguido la idea, generado previamente el concepto y habiéndolo expuesto, todo esto es importante, artísticamente hablando. La música se mueve en el caos, y el caos, aunque a veces parezca un camino escabroso, es aceptar un orden natural superior a nosotros, es mirar hacia algo más elevado.

 

Mariano Mart y George Fields, los Z-80.

Mariano Mart y George Fields, los Z-80.

 

No me contaste del significado del nombre de tu banda Z-80

Se lo pusimos en alusión a Z-80, que es un microprocesador muy popular porque era utilizado en los ordenadores en la década de los ochenta y en el desarrollo de sintetizadores. Cuando nos juntamos con (G)eorge, no teníamos nombres en mente, solo teníamos canciones.

¿Y recuerdas cuál fue la primera canción que hizo Z-80?

La primer canción de Z-80 se llamaba Amanecer Digital. Esa canción salió editada en el Primer Compilado MP3 en Argentina, de la revista MP Online.

 

 

La pregunta de cajón: ¿para cuando un álbum?

Esa pregunta es buenísima. Yo no tengo en mente un álbum, yo tengo canciones, si se quiere obras, que pueden exceder o no lo que se tiene como un álbum. Entre 1999-2001 estaba muy abocado a sacar un álbum con Z-80, ya teníamos montado todo, estábamos grabando las pistas, ya habíamos editado un LP independiente llamado Ciudad de almas puras, de dónde aún canto canciones con nuevas versiones. Las cosas que pasaron en el 2001 más la caída de la industria discográfica que veía en mi país me marcaron el paradigma de cambio y, a partir de ahí, no estuve interesado en grabar un álbum, sino en trabajar sobre la obra, sobre la carrera artística. Ahora mismo tengo mucha obra, si surge la oportunidad de lanzar un álbum para mostrar la música, bienvenido.

¿Y qué pasa ahora con la industria discográfica?

Es importante llegar al formato para vender tu música, hoy por hoy todavía estamos en un proceso de transición, volviendo a los medios estándar en la industria discográfica. El resurgimiento del vinilo, las cintas de cassette, que no son muy populares en latinoamérica todavía pero hay un resurgimiento a nivel de pequeñas economías. Y mayormente Internet, yo por ejemplo me manejo por BandCamp, no me interesa iTunes ni Spotify, son modelos de negocio que se alimentan de vender publicidad utilizando tu música como nexo.

¿Cómo ves la movida acá en Argentina y en Perú?

Buena pregunta; en Argentina la movida es increíble, maravillosa. Hay infraestructura y por un bagaje histórico importante y el circuito cultural muy pesado que tenemos, hay muchos espacios y artistas talentosos, entre ellos los que puedo destacar porque los admiro y son amigos, un studio laboratorio llamado La Siesta del Fauno, con Ernesto Romero y otros amigos, que hacen clínicas y charlas. Están también estos chicos recopados de Chico Ninguno y Patokai. También soy fan de Hiroshima Dandys, Electrochongo; hay muchos.

Acá deberían replicar el mismo modelo, hay mucho por hacer en Lima, hay bandas que están haciendo música hace mucho pero no hay lugares, no hay centros culturales que los llamen. Todos están dispersos, no hay circuito.

Y así perdemos muchos músicos talentosos

Sí, yo conozco músicos peruanos increíbles, tan talentosos que en Perú nadie los conoce, pero sí en el extranjero.

Piensas volver a Argentina

Sí, no sé si pronto. Inicialmente me interesa viajar a Argentina para volver a Perú. Tengo pendientes musicales allá; de volver no implica que deje Perú, sino que es un interactuar en ambos lugares. Son dos países muy interesantes para la música.