Este año se cumplen 25 años del suicidio de Kurt Cobain, un suceso que enlutó la escena musical a nivel mundial, y que dejó para siempre un hueco en la historia de la música que nadie ha podido tapar, hoy recordamos su legado y su muerte, por ser —aún en esos días— un hito, un loco y un soñador en la música.
Contextualizando
Uno de los acontecimientos más trágicos que puede llegar a tener alguna persona en la vida, a mi parecer, es el suicidio.
La depresión, más que una falta de autoestima por sí mismo, es una muestra de todo lo contrario, porque ésta no toma en cuenta la condición del ser humano como ser errante sino que manipula una situación con orgullo para poder escapar de ella, ya sea decidiendo por el sufrimiento, el dolor o el castigo por causa de los demás, pero es incapaz de aceptar que el desequilibrio se basa en uno mismo.
Por eso es que muchas veces esta actitud es catalogada como la venganza final por quien hace uso de este último recurso salvador.
La muerte de Kurt Cobain nos sitúa en pleno nefasto gobierno de W. George Bush, lleno de manipulaciones políticas por la Guerra del Golfo, que generaron discrepancias culturales en una sociedad norteamericana que entraba a una nueva década: los noventas y que es completamente diferente a la anterior.
Las maniobras políticas de Bush hacen que la misma esencia del arte y sus nuevos protagonistas den un vuelco de noventa grados, naciendo nuevas maneras de expresar el rock, y asimismo, generando nuevos conflictos emocionales en estos artistas, desencadenando así, una serie de suicidios dentro de los representantes de la escuela alternativa del rock de esa época.
Por eso es que, tratándose especialmente de Cobain y el movimiento grunge, es que deseo dar una trasfondo especial en este artículo, y es que mucho se ha hablado de este trágico incidente pero también mucho se ha cuestionado: si fue real o no, tal cual el mejor estilo de John F. Kennedy, Elvis Presley, Marilyn Monroe y hasta Michael Jackson, donde quedaron muchas dudas al respecto, y es más, algunos hasta aseguran que más que un suicidio fue un asesinato.
Vida, pasión y muerte de Nirvana
Nacido en Aberdeen, Washington, el 20 de febrero de 1967, hijo de padres divorciados; el joven poeta y compositor frecuentaba desde muy joven la vagancia y la indigencia, como manera de refugio a sus propias contradicciones de vida y, recurriendo en buenas ocasiones a los estupefacientes más que al alcohol.
A mediados de los ochentas, para ser más exactos, el 85, es que junto al bajista Kris Novoselic, forma Nirvana, como parte de la escena musical de Seattle y lanza su primera producción Bleach, con un sello discográfico independiente en 1989. Es ahí que, rápidamente, deciden fichar por una multinacional como GEFFEN RECORDS, la cual lanza al mercado el NEVERMIND.
Este álbum de la banda es un todo un éxito y marca una nueva tendencia musical que es el grunge, —o sonido mugre que desafía al típico sonido heavy metal ochentero y el estereotipo del punk inglés—, un estilo musical acondicionado para la época de los noventa, como género de rock alternativo, era melodioso y es algo que a mi parecer lo hace artístico; ya que si bien es cierto hay muchas bandas de hardcore o punk, teniendo una carrera estable no recogen la melodía que Cobain impuso en de sus desgarradores canciones.
Cobain, con su música, sus melodías, sus letras, su sonido, su vestimenta —que representaba al típico obrero norteamericano con camisa de leñador—, conquistó algo mucho más espectacular e inigualable: ser portavoz de toda una generación a pesar de que sus problemas personales que a menudo eran objeto de atención de la prensa.
Kurt Cobain creía que su vida y mensaje habían sido malinterpretados por el público, lo cual crea inconscientemente en él una frustración que, poco a poco, se desenlaza en una fuerte adicción a la heroína y que, se sumaba a su ya fuertes dolores estomacales, esto último fue desmentido, asegurando que ya los había superado, pero no asimismo su propia adicción a las drogas.
Entre la ficción y la realidad
Otro punto de quiebre en el artista fue la relación matrimonial tóxica que sostuvo con Courtney Love, cuyo fruto de esa unión sería su única hija, Frances Bean Cobain.
El punto álgido de esta relación se dio en Roma, donde Cobain fue internado en un hospital por un supuesto exceso de barbitúricos, teniendo ya en ese momento un diagnóstico también de faringitis y laringitis severa, lo que supuso un intento de suicidio, cosa que después quedó en duda ya que para esa épocas ambos llevaban una vida de constantes disputas por causa de las infidelidades de Courtney Love, y el exceso de heroína de su esposo.
Después de este incidente, Kurt es internado en una clínica de rehabilitación por exigencia de su esposa, la cual veía en él un serio problema para sus propias conveniencias personales y fascinaciones emocionales, ya que en una entrevista realizada a su padre, este declaró que su hija era una completa psicópata y sociópata.
A raíz de lo sucedido en Roma, Cobain quien decide comentarle a una persona cercana su deseo de desheredar a su esposa y dejarle todo a su hija, ya que pretendía divorciarse, algo que a su esposa le incomodaba en demasía, pues siempre estuvo interesada en su fortuna.
Por esta razón convence a su esposo de internarse en una clínica de rehabilitación, y con la cobertura de una denuncia a la policía por parte de ella dos semanas después del incidente de Roma, en la que aseguraba que intentó suicidarse en el baño con un arma, a lo cual él alegó posteriormente que solo quería estar escondido de su mujer. Después de esta declaración, Love negó rotundamente a la policía que Cobain hubiera poseído un arma en ese momento.
El 25 de marzo de 1994 Cobain accede ingresar a un programa de desintoxicación para acabar con su problema de adicción, pero en la noche del 1 de abril se escapa del centro y deambula por las calles de Seattle. Y es cuando su esposa decide contratar a un investigador privado de nombre Tom Grant, al cual acude primero para verificar el estado de sus tarjetas de crédito (como pista para poder hallarle), asimismo, Cortney hace la denuncia de desaparición a la policía pero haciéndose pasar por su madre, declarando la tendencia suicida de su supuesto hijo y la posesión de un arma, como para dramatizar los hechos y lograr la pronta ubicación del cantautor.
El cuerpo de Kurt Cobain fue descubierto el 8 de abril, por el electricista Gary Smith, donde éste encuentra la escopeta y una carta por lo cual se da por sentado el presunto suicidio. Según la autopsia, el cantante falleció el 5 de abril por herida de bala en la cabeza.
Entre el suicidio y el homicidio
Hay muchos que están convencidos que la versión oficial de suicidio no es real, ya que fue la misma persona que contrató Courtney, el detective Grant, quien sostuvo que Cobain quería dejar Nirvana y la música por los excesos, pero no quitarse la vida, ya que tenía muy presente el amor por su hija menor.
Además, dentro del proceso de investigación, pudo apreciar la doble personalidad de la esposa de Cobain y sus continuas contradicciones y errores policiales dentro de la investigación. Otros sostienen que a un tal Eldon Hoke le habrían ofrecido 50,000 mil dólares por parte de Love para asesinar a su esposo, todo esto lo declaró Hoke en una entrevista, curiosamente, murió días después de haber dado esa declaración, chocando con un tren mientras estaba ebrio.
Otro misterio es que no se llegó a encontrar ninguna impresión digital en el arma del suicidio, y el casquillo fue encontrado a lado opuesto al que debería saltar conforme a la posición de la escopeta después del disparo. Además, el informe toxicológico revela que el nivel de heroína en su sangre era de 1.5 miligramos por litro, lo cual asegura que una persona normal no habría podido resistir tal sobredosis y que era improbable a la vez que pudiera apretar el gatillo después de semejante dosis.
Asimismo, las líneas finales de la supuesta carta de suicidio no coinciden con la ortografía y caligrafía del resto de la carta, ante esta contradicción, Courtney comentó que ella, además de esa prueba, tenía otra carta que Cobain había dejado debajo de su cama, pero que días después la quemó; asunto que tampoco fue dilucidado por el detective, quien días antes del fallecimiento de Cobain, indaga la casa y nunca llegó a encontrar tal carta debajo del colchón, pero sí pudo hallar algunas pastillas para el sueño con prescripción médica.
Se sabe también que, la ahora viuda de Cobain, en el momento en que su matrimonio pasaba crisis y en esas últimas etapas de vida del cantante, siempre estuvo interesada en los derechos de herencia y beneficios monetarios de la banda que lideraba su esposo, asunto que les tardó muchos años a sus compañeros de banda poder reclamar como conexos ante la rivalidad de la esposa por posesión total de los derechos reservados.
Son tantas los indicios y pruebas en torno a este caso, que sería bastante probable que en algún momento se pueda reabrir, ya que recientemente se dieron a conocer algunas fotos tomadas por la policía y que ahora generan nuevas controversias. Tal vez debamos esperar algunos años más saber qué pasó realmente con Kurt Cobain: icono de la música, figura, genio y talento de toda una generación.
