Miquela es un dúo piurano que, con sus canciones —que abordan temas nada comerciales— empiezan a hacerse un lugar en la movida musical nacional, con estilos de electropop y pop-rock. Hoy nos cuentan, en esta divertida entrevista, cómo se gesta su agrupación y nos muestran un poco de su arte musical.

¿Qué tal, Víctor y Mónica? Cómo es que se gesta este dúo.

Víctor: Nosotros hemos estado haciendo música avanzando cada uno por su propia cuenta. Ha llegado un punto en que, ya después de habernos conocido buen tiempo, hemos coincidido en hacer música los dos.

Nosotros nos conocimos por unos servicios que le hice a Mónica: yo como sonidista y ella como cantante y compositora.

¿Y el nombre de dónde nace?

Víctor: De la actitud revolucionaria de una mujer como Micaela Bastidas, que es justo la parte de Piura de donde somos.

 

 

¿Cómo manejan el tema de la composición? ¿Quién escribe las letras?

Víctor: Bueno, estamos sacando ahora composiciones mías antiguas. Pasé por varias etapas: la etapa inicial, que es la que estamos sacando ahora, es de rock, pop, balada; luego ya hice electrónica; luego experimental; luego regresé a lo electrónico. Y últimamente estoy grabando esos temas que nunca grabé seriamente.

Mónica, de ti he oído una canción que me gustó mucho que es Dama en duelo.

Mónica: Esa canción la hice hace 8 años más o menos. Nace de una conversación entre mujeres, de una anécdota de una amiga que me cuenta sobre su pareja que andaba por aquí y por allá fastidiando mujeres. Ella dijo “¿cómo será el día en que las mujeres podamos hacer lo mismo de salir, mirar a los hombres, escoger a uno y decir a este me lo llevo”. (Risas). Me quedé con la idea y la fui trabajando el mismo día. En una lo creé. Y bueno, ese tema ha tenido bastante crítica por parte de mujeres; por parte de hombres bacán, les encanta. Por parte de mujeres es “no, ese tema es muy subido de tono, ese tema es muy vulgar, ese tema habla muy mal de las mujeres”, pero mentira porque en sí, una tiene su fantasía, incluso la canción dice al final, “mañana volveré a soñar” porque es una fantasía. Pero así nace el tema.

Ahora, ustedes, al momento de componer ¿cuál es su proceso creativo?

Mónica: La letra primero…

Víctor: Creo que cada uno tiene un proceso diferente.

Mónica: Ajá. En mi caso yo comienzo con letra y línea melódica y luego el arreglo. Él tiene otra forma de componer.

Víctor: Hay diferentes maneras en que llego a la composición. A veces es de manera bastante lúdica, probando sonidos, recreando sonidos, escuchando samplers. Otras veces puede ser como Mónica a partir de la letra, las voces. SI es formato canción muchas veces sale de un solo tirón; de arranque sale todo, se guarda y después vuelvo a retomarlo.

Hace poco vinieron a Lima…

Mónica: Bueno, yo vine a registrar unos temas…

Víctor: Como grupo vinimos a dar entrevistas y a tocar también.

¿Donde tocaron?

Víctor: Tocamos en el programa El Tren eléctrico, de la Radio Orson Welles…

Mónica ¿Cuánto tiempo tienes como artista registrada en Apdayc?

Mónica: Hace 9 años soy compositora registrada.

¿Y con qué agrupaciones has trabajado como compositora?

Mónica: Bueno, con algunos grupos de cumbia, yo empecé con cumbia porque en Piura es lo más comercial. La gente le tiene bastante apego a la música sanjuanera, a la música cumbia. Pero luego ya he empezado a sacar lo mío, lo que me gusta: el pop, el rock, el blues, la salsa. Ahora último hay una salsa que se está tocando en Colombia. Bueno, ahí avanzando poco a poco.

¿Cómo se llama esta canción?

Mónica: La salsa se llama “La llama de aquel día”.

¿Quién la canta o quién la toca?

Mónica: Oscar Agudelo.

No es muy común que los artistas actualmente —al menos a los que estoy entrevistando— busquen registrarse, ser un artista o compositor registrado de Apdayc. ¿Tú lo recomiendas y por qué?

Mónica: La verdad que no porque, por ejemplo, en mi caso, que estoy yo en Piura, cuando yo registro un tema tengo bastante desconfianza de que ese tema se pierda en el camino y no llegue acá porque ya me pasó una vez que registre en Piura y vine al año acá y el tema no estaba registrado acá en Lima.

O sea, se demoran un montón. Aparte, han cambiado bastante las condiciones; antes, quizá, era un poco mejor, ahora han cambiado bastante las condiciones, ahora te cobran un hospedaje e inclusive los cuartos son pequeños, reducidos. Es una burla. Te ponen un televisor que no funciona…

Víctor: No hay buen trato, dices.

Mónica: No es buen trato en cuanto a la infraestructura, creo, porque sí hay gente que es muy amable, pero el trato que le dan al compositor creo que no es el correcto, sí. Aparte, con el problema de las regalías que te dan lo que quieren. O sea, no sabes cuánto en sí es lo que estás acumulando. Te dicen que es tanto, pero ¿tú cómo lo sabes?

No hay un control.

Mónica: No hay un control.

¿Y las regalías cada cuánto tiempo las ves?

Mónica: Depende de cuánto esté sonando tu tema. Yo tuve un tema que sonó y por ese tema me comenzaron a pagar, pero luego ese tema ya salió, se perdió en el tiempo y dejé de percibir el dinero. Ahora, hay otra cosa que es la falta de información. Yo recién llego acá y me dicen que cuando yo vendo o entrego un tema a un intérprete, tengo que ir y verificar si fulano de tal está cantando mi tema. O sea, ellos ni siquiera verifican eso. Tú ya fuiste a registrar tu tema y es trabajo de ellos hacerle seguimiento, pero ellos quieren que tú le hagas seguimiento y les informes para así cobrar.

Yo pensaba que esos problemas ya no existían ya.

Mónica: No, sí.

¿Tú eres artista registrado, Víctor?

Víctor: No.

¿Y tampoco quieres serlo?

Víctor: No, no.

¿Crees que el Estado debería encargarse de estos temas? ¿O sería peor?

Mónica: Yo creo que iría peor. Si lo viera el Estado iría peor.

Víctor: No pienso que necesariamente el Estado tenga que encargarse de lo que yo hago; yo me encargo de lo que yo hago.

Cada músico debe hacerse cargo.

Víctor: No sé si cada músico, pero yo sí.

Producción, composición, marketing, publicidad, ¿todo?

Víctor: No, hay gente con la que se puede colaborar también, pero al menos en la cuestión musical, sí. Y ver qué es lo más conveniente para uno dentro de todas las imposibilidades que hayan.

Mónica, ¿Qué consideras que debería mejorar Apdayc? ¿Qué debería cambiar para que los artistas registrados se sientan satisfechos, cómodos y recomienden el registro?

Mónica: Por ejemplo, que ayuden a la difusión, que hagan festivales. Un tiempo —no recuerdo que año— hicieron un festival “Chucuito, Fiesta del mar” que era como el inicio de un Viña del Mar. La gente vino de todas partes del Perú, inclusive de Argentina, de Ecuador, de Chile. Venía gente con ese sueño de querer competir y ganarse un lugar. Y al final todo estaba arreglado; o sea, todos llegamos con una ilusión y al final nos dimos cuenta que los gastos y todo lo que hicimos fue por nada porque ellos ya tenían un ganador. Fue lo único que se hizo. Luego cuanto los compositores reclamamos aquí en Apdayc dijeron que no era culpa de Apdayc, que era culpa de la Municipalidad del Callao, que ellos habían trabajado y simplemente Apdayc había apoyado a la municipalidad. Inclusive Apdayc dijo “No, ya no me meto más en eso”. La gente se fue en contra de Apdayc. Todo estaba arreglado, todo. Dijeron que la competencia eran entre compositores inéditos y ganó una persona conocida en el medio como compositor. Y desde ahí se quedó en que lo que pedíamos es eso, ¿no?: festivales; que haya motivación para el compositor, y publicidad, que Apdayc haga un seguimiento y diga “vamos a publicitarlo, vamos —por ejemplo— a darle una entrevista, ¿no?”. No. Ellos tienen una página y tienen un grupo que son los que están acá siempre metidos y que siempre aparecen ahí con sus publicaciones; el resto, no.

Hay mucha mala gestión en todas partes ¿no?

Víctor: Creo que las instituciones en sí juegan bastante con lo que dice Mónica, con el juego de las ilusiones, y eso un poco porque también estaba pensando en la música, que también es un juego, un juego de ilusión. Tú cuando escuchas música construyes cosas en tu mente y sensaciones e ideas; terminas de escucharlo y no tienes nada en las manos. Entonces, de alguna manera hacen lo mismo, no te lo dicen, pero, o sea, hay una promesa de algo y no se cumple.

Mónica: Jamás.

Víctor: Muchas veces no se cumple, en general no se cumple. Al menos nosotros, en nuestra experiencia, no hemos visto que se haya cumplido; es nuestra experiencia personal.

Pero a eso van.

Víctor: ¿A dónde?

Hacia esa ilusión, a cumplir esa ilusión. Porque no es en vano lo que están haciendo, ¿no?

Mónica: Claro. Es que así avanzamos.

Víctor: No sé, ah.

Mónica: Bueno, de mi parte yo sí soy de las personas muy tercas, que pese a que me dicen no, yo digo sí y avanzo y avanzo hasta que me impongo y de alguna forma, aunque no quieran, ya por cansancio…

Víctor: Yo creo que las ilusiones son ilusiones. Me parece bien que se queden en ilusiones, pero por otro lado sí hay objetivos a largo y corto plazo, más tangibles.

 

Duo Miquela: Mónica Rui y Víctor Chang.

Duo Miquela: Mónica Rui y Víctor Chang. Foto: Jorge Fernández.

 

En lo que resta de este año, ¿cuáles son esos objetivos?

Víctor: Dos. Serían sacar el disco y un videoclip.

¿El disco tiene ya nombre?

Víctor: Todavía.

¿Cuántos temas van a ser?

Víctor: Todavía no tiene número.

¿Van a abordar una temática en particular?

Víctor: No.

Temática diversa, entonces…

Víctor: Las canciones hablan sobre cosas que tienen que ver con el subconsciente de la gente.

Háblame de una canción.

Víctor: Sagawa. Es una canción que habla sobre una persona de Japón que se comió a una chica, una estudiante.

¿Se la come?

Víctor: Se la comió. No sé si se habrá convertido luego. (Risas). Como cuando te comes la hostia y te conviertes.

Y esta historia que me cuentas, por ejemplo, ¿tú la has inventado o la recreas de algo que has visto?

Víctor: Sagawa existe en Japón. Salió libre.

Esa es tu influencia, digamos.

Víctor: O sea, las canciones salen simplemente. No creo que se una influencia, pero sí, viendo, las canciones que hemos sacado hablan bastante de estas cosas. Está “En el mar” que también habla sobre el suicidio. Está “La miel que me hace feliz” que habla sobre la demencia y el mal tratamiento a la demencia. Creo que tal vez hay una influencia, un poco, de algún tipo de moralidad surrealista que podría ser.

Ya.

Víctor: De repente, de ahí viene esa influencia a la que te refieres. No es que hagamos apología al asesinato o al suicidio, o que fomentemos estas cosas, ojo.

Claro. No están tocando temas comerciales como el amor…

Víctor: Bueno, creo que hay bastante de puntos en común porque cuando alguien te dice “es un crimen” causa bastante rechazo, pero cuando te lo explican bien —¿cuáles son las razones?, ¿qué te lleva a hacer ciertas cosas?— hay una motivación. Son cuestiones y temas bien humanas que tienen que ver bastante con el amor, creo yo.

¿Abordan temas sociales?

Víctor: No. Además de esos, no. (Risas).

Mónica: Pero más o menos “La miel que me hace feliz” es una crítica…

Víctor: Claro, es una crítica.

Mónica: Una crítica al gobierno…

¿Qué dice la letra?

Mónica: Habla de “mi negocio han sido estas palabras”.

Víctor: Claro.

Mónica: Habla así de la disconformidad ante las cosas que están sucediendo.

Víctor: De la programación neurolingüística…

Mónica: O sea, él te habla de crímenes y así, pero cuando tú escuchas la letra…

Víctor: No sólo es de eso.

Mónica: La letra, bueno, de mi parte, como yo la veo, la escucho y la siento, es algo de lo moral y lo amoral que tenemos. Habla más del subconsciente; más que de crímenes u otra cosa habla de lo que tenemos oculto y no lo decimos. Como yo le decía hace pocos días un dicho que decía mi abuelita: “Cuando tienes un secreto y lo tienes guardado, te sientes bien, no te molesta, pero cuando tu secreto es expuesto ante los demás, recién puedes ver el peso que tiene eso que has guardado, recién te das cuenta de lo grave o lo liviano que es”. En el caso de los temas —te estoy diciendo mi opinión— yo siento que es eso, es el subconsciente revelado.

Víctor: Pero que además produce una tensión porque hay un arrepentimiento también…

Mónica: Claro.

Víctor: Y habla también sobre Dios. Bueno, el arrepentimiento es consigo mismo, sobre sus creencias.

Me parece interesante porque ese tipo de temas no se abordan normalmente, o nunca.

Víctor: Creo que también un poco influenciados por la movida madrileña de esa época del rock siniestro. Ahí sí se abordaban cosas del cine negro y de terror.

¿Y estas canciones que me estás comentando son electropop?

Víctor: Son synthpop. Es rock, pop y sonidos electrónicos.

¿Miquela ya tiene algún material grabado como demo?

Víctor: Sí.

Mónica: Sí.

Mónica ¿Tu formación musical es empírica, académica, autodidacta?

Mónica: Totalmente empírica.

Y, Víctor ¿La tuya?

Víctor: Cuando estudié en Orson Welles la carrera de ingeniería de sonido me enseñaron cosas que son básicas y luego ya ha sido empírico. Pero soy un autodidacta de formación, o sea, leyendo partituras, leyendo sobre composición musical, libros de armonía.

¿Y qué instrumentos suelen usar?

Mónica: Guitarra.

Víctor: Yo uso el teclado más. También toco guitarra. Y la computadora, para hacer programación.

Y en los temas que ustedes tocan ¿qué otros instrumentos incluyen?

Mónica: Hay un tema que me encanta de verdad y es un tema que tiene zampoñas, tiene instrumentos andinos y es un tema electrónico andino bien bonito. Yo siempre he dicho que la zampoña o los vientos andinos le dan un alma a los temas y este tema es muy bonito aparte por la letra que habla de un sueño. Es una canción bien limpia, bien profunda, habla del subconsciente, de la parte del alma y habla de un alma libre…

Víctor: Sosegada…

Mónica: Sosegada, tranquila. ¡Bien bonito es el tema!

¿Cómo se llama?

Víctor: No, no tiene nombre, ¿no?

Mónica: No tiene nombre porque es el último que hemos hecho.

Víctor: “Mística y patafísica” podría ser, porque es algo que se repite bastante.

Mónica: Claro, “Mística y patafísica”.

¿Qué significa patafísica?

Mónica: Patafísica es lo intangible, lo etéreo. Por ejemplo, el amor, que no lo puedes tocar.

Víctor: La patafísica es un movimiento cultural francés de la segunda mitad del siglo XX vinculado al surrealismo. Es una ciencia paródica, dedicada al estudio de las soluciones imaginarias y las leyes que regulan las intuiciones. O sea, es un concepto bastante abstracto que en realidad no da ninguna solución, no existe. (Risas).

Mónica: Tal cual, tal cual.

Víctor: O sea que inicia y termina ahí. (Rísas). Como una broma.

Mónica: Claro, por eso dice que es algo paródico.

Víctor: Y entonces, un poco va de eso la canción. Es una canción bastante etérea, como dice, que no se preocupa mucho, que la persona que habla no tiene muchas preocupaciones. Está más escuchando al viento. Dice “escuchas al viento hablar”. Está en un estado de contemplación.

Mónica: Lejos de la ciudad…

Víctor: Está en un desierto básicamente.

Mónica: Claro, contemplando la luna, la noche y todo es mágico…

Víctor: Todo es…

Mónica: Todo es mágico: la noche es azul, la luna es azul. Todo es mágico para él en ese momento. Es bien bonito. En algún momento, creo, que sí vivimos así, nos relajamos y decimos “no a nada” y te dejas así nomás.

Víctor: Es un salir, también, de la multitud…

Mónica: De aislarte.

Víctor: Y, pues, estar en la contemplación…

Mónica: Puedes estar en medio de mucha gente, pero te aíslas y eres y conversas contigo mismo. O sea, en medio de mucha gente puedes ser tú solo nada más.

Víctor: El silencio y la soledad.

Mónica: Te aíslas y estás pensando en ti y el resto es como un holograma, no sé.

Víctor: Pero esa canción se va a manchar con un trap que le voy a meter.

¿Trap?

Víctor: Un trap.

Mónica: Claro.

Víctor: En medio de la canción hay un trap. Yo también rapeo. He hecho hip-hop bastante tiempo, como 6 años o 7 años haciendo rap, hip-hop.

¿Improvisas?

Víctor: Antes mucho más. Hace mucho tiempo que no estoy haciendo freestyle, pero si quieres que haga una improvisación, podemos intentarlo, ah. (Risas).

Por ejemplo, acá en Lima la escena de electro existe, es un poco reducida. ¿Cómo es allá, en Piura?

Mónica: Igual.

Víctor: No, en Piura ni existe. (Risas).

Y en medio de esta no existencia de escena ustedes nacen…

Víctor: Así sucede. Qué le vamos a hacer. (Risas).

Mónica: No, ¿sabes qué?, es que —me va a matar porque siempre hablo de más— a él le gusta siempre dar la contra a todo. ¿No existe? Pues yo me impongo.

¿Es parte de esa filosofía revolucionaria que tiene que ver con el nombre?

Víctor: No, ha fluido de manera independiente. Creo que es más por cuestiones prácticas. Por ejemplo, a mí me gusta bastante el avantgarde, me gusta el free jazz, pero lamentablemente no puedo hacer free jazz, entonces, me adapto a las cosas que puedo hacer. Puedo usar la computadora y puedo hacer secuencias. Entonces, como yo conozco también de síntesis, empecé a hacer música electrónica, ¿me entiendes?, adaptándome a los conocimientos que yo tengo. Y así es que ahora este proyecto, que es más pop, bueno, pop-rock pero con sonidos electrónicos que yo ya conozco, se embellece, o más que embellece, se volatiza, con esos aditamentos. Es un poco de eso, más de cuestiones prácticas, pragmáticas.

Mónica: Pero te digo que, a pesar de todo, ya hay un pequeño público allá en Piura…

Víctor: Sí somos contreras. (Risas).

Mónica: Claro que sí. Ya tenemos un pequeño público allá que, bueno, poco a poco va creciendo. Y en cuanto a la entrevista que nos hicieron en TV Piura, yo lo que he visto es que antes era una performance más que todo, sí, era un performance; o sea, es eso, lo que te estoy diciendo, la…

Víctor: La puesta en escena, ¿no?

Mónica: Aparte de eso, pues, lo de la rebeldía de las cosas que ya son parametradas. El que menos en la entrevista ya dijeron que Víctor estaba nervioso. ¡Mentira! Era su performance.

Sí, veo que es tu personalidad. O sea, lacónico, no eres mucho de decir…

Mónica: Y no es que este nervioso, ah. (Risas).

Víctor: Puede ser. Bueno, a veces, ah. Depende, depende de la situación. Si quieres compramos unos vinos y… (Risas).

Mónica: No, ahí sí. El vino lo desinhibe, lo hace extrovertido.

Víctor: No, también cuando tocamos. Cuando tocamos hay bastante energía, fluye bastante la energía, se caen los micros, se caen las botellas…

Mónica. Es lo contrario, mira…

Víctor: Se rompen cosas…

Mónica: A la hora del show, del evento, él, que es un poco callado, introvertido, a la hora de la puesta en escena él más bien es el extrovertido y yo más bien lo contrario.

Sí, te vi.

Mónica: Cambiamos los papeles totalmente.

Víctor: Hay que guardarse, ¿no?, hay que guardarse. (Risas).

¿Qué edades tienen?

Mónica: Bien viejos.

Víctor: Estamos bien viejas, ¿no?

Mónica: Ya pasamos la base 3.

Víctor: 50, ¿no?

Mónica: 40.

Víctor: 50.

Mónica: Mentira, pues. (Risas).

 

Duo Miquela: Mónica Rui y Víctor Chang.

Duo Miquela: Mónica Rui y Víctor Chang. Foto: Jorge Fernández.

 

Además de la música, ¿a qué se dedican?

Mónica: Bueno, yo soy contadora.

Víctor, tú eres ingeniero de sonido, ¿no?

Víctor: Últimamente me estoy dedicando a la música y a leer poesía también.

¿A leer poesía?

Víctor: Sí.

¿Y te pagan por eso?

Víctor: No, no me paga nadie. (Risas). Pero me dedico, ¿no?, es una dedicación…

Mónica: Es bien relajado, ¿sí o no?

Eso veo. Una mente tranquila crea mejor…

Víctor: Puede ser. Ahora, la poesía no siempre es tranquila tampoco.

Dentro de lo que ustedes componen ¿hay mucho de poesía?

Víctor: No. No.

Mónica: No es cierto. Claro que sí, hay poesía.

Víctor: Sí, pues. Hay poesía, ¿no?

Mónica: Claro.

Víctor: Policía hay más, más cuestiones policíacas…

Mónica: No… Tú puedes contar lo que tú quieras, pero si lo haces con poesía, o sea, si lo haces…

Víctor: Sublimando un poco las cosas.

Mónica: Claro, claro.

Víctor: Es terrible el mundo.

Mónica: Claro, pero es poesía, una poesía oscura, pero es poesía.

Víctor: ¿Poesía oscura? No, no es una poesía oscura, es luminosa.

Mónica: Bueno, dependiendo…

Víctor: Es brillante.

Mónica: Cada quien tiene su forma de ver…

Víctor: Es brillante. No hay palabras pésimas, ¿o sí? ¿Hay palabras negativas?

Mónica: No. Pero no hablo de una poesía oscura porque haya palabras negativas sino porque…

Víctor: No te sume en una tristeza ¿o sí?

Mónica: A mí, por ejemplo, esa canción que se llama “En el mar”…

Víctor: ¿Te sume en la tristeza?

Mónica: Sí.

Víctor: ¿nostalgia?

Mónica: Sí, te juro que a mí me causa bastantes sentimientos, me causa tristeza…

¿Pero a ti no te causa eso?

Víctor: Sí, tiene un claroscuro. Pero hay una compensación porque también me causa bastante felicidad.

Mónica: Sí, es que la verdad, sí, es una suma de sentimientos que se encuentran, se pelean y se juntan porque, sí, en mi caso me causa eso porque yo he pasado por procesos emocionales y esa canción me lleva, me hace encontrarme en esos tiempos y luego me saca y me vuelve otra vez a la vida…

Víctor: Creo que el secreto está en las figuras que se manejan. Por un lado se maneja el mar y el barco, ¿qué es el viaje en el mar? Símbolos de liberación, y por otro lado está el suicidio, las drogas, que son síntomas de esclavitud, de muerte.

Mónica: De rendición ya porque te rindes.

Víctor: De rendición. Entonces, está la vida, está el viaje, el zarpar… Y también que musicalmente lo hemos hecho así. Hemos utilizado, por ejemplo, acordes menores en palabras muy luminosas, como mar, barco, y acordes mayores con séptimas o con el uso de quintas, dominantes también, en palabras como pastillas, “dormir a tu suicida”. Entonces, hay una ambivalencia, un equilibrio acompañado por las progresiones armónicas, las melodías…

Mónica: Porque habla en una parte de un viaje, o sea, te da la esperanza de un viaje y tú te metes en el tema y haces el viaje. Pero cuando te dice “para olvidar tus cicatrices” es como que te da esperanza…

Víctor: Claro.

Mónica: Te dice que es un viaje para renacer. Sí, es bien profundo y no es muy largo, es más bien corto, pero en lo corto que es…

Víctor: Corto y profundo, como el café, ¿no?

Mónica: Sí. Y mucha gente que ha escuchado ese tema siente que es un tema para sí, se identifican.

Víctor: La gente la canta…

Mónica: Sí, se identifican. Bastante gente que la ha escuchado me dice “no, ese tema es muy bueno”. Y verdad, sí, yo lloro con ese tema. (Risas).

Una consulta, Víctor: Esta sincronización que estás comentando de los acordes menores con palabras luminosas ¿es intencional o fluye solo?

Víctor: Es sumamente intencional, es un trabajo dedicado ya…

Mónica: Es un trabajo para llegar al subconsciente.

Víctor: Es una cosa que se usa en musicalización. Se usa, no se si bastante, pero lo he leído en un par de sitios. Una persona que dice eso es Arnold Schönberg, un músico del siglo XX.

¿En Piura, dónde han estado tocando?

Víctor: Tuvimos varios conciertos en la Universidad Nacional de Piura y en Sullana.

¿Y estos días qué están nuevamente en Lima?

Víctor: Yo estoy en Lima viendo ofertas de sellos discograficos, productores o manager. Y bueno, estamos tocando en un recital poetico en Lima y Chiclayo. Más noticias nuestras en nuestro Facebook.