La Legendaria banda de Heavy Metal, Judas Priest, llegaba a Lima en su “Firepower Tour 2018” para presentarse por primera vez en nuestro país el pasado martes 30 de octubre y tuve la suerte de estar ahí.

El día había llegado y ya eran las cinco de la tarde, yo esperaba afuera el Jockey Club para entrar mientras miraba a los metal maniacs llegar con sus polos negros, sus casacas de cuero o jean, igualmente las chicas metal, vestidas para la ocasión, y claro, los ambulantes vendiendo polos, gorros, golosinas, cerveza, etc. Las puertas estaban anunciadas abrirse a las seis de la tarde y así, puntualmente empezó el ingreso. Yo iba en silla de ruedas acompañado de un amigo. Después de sortear varios obstáculos como rampas mal hechas, gradas, piso dañado, pudimos por fin entrar con apoyo de algunos head banguers solidarios y el personal de seguridad del evento.

Nos invitaron al estrado especial para silla de ruedas ubicado en la zona de adelante y, para cuando logramos llegar, ya había otras personas en ese lugar. Todo muy bien, había un baño para personas con discapacidad a un costado, lo malo que este no tenía luz y olía a mil demonios, y claro, en determinado momento entraba cualquiera, pero esto a nada.

 

M.A.S.A.C.R.E. teloneando a Judas Priest.

M.A.S.A.C.R.E. teloneando a Judas Priest. Fotografía de Carlos Blanch.

 

A las 7 de la noche aún se veía casi vacío el local, no ponían música de fondo, solo un spot que hablaba de la seguridad. Como estaba indicado en la programación del concierto, a las 7:45 de la noche sale a escena M.A.S.A.C.R.E., con un público todavía escaso, pero con un show muy bueno, tocaron la guitarra hasta con la boca, ese dúo de guitarras de Coqui Tramontana y Charlie Parra es incomparable. No los veía en vivo hace tiempo y me impresionó mucho, tocaron sus temas clásicos como Brutalidad y Fuego en el Alma, lo que empezó a calentar la noche para lo que se venía.

M.A.S.A.C.R.E. termino de tocar aproximadamente a las 8:20 de la noche, luego todo quedó listo para armar el escenario para Judas Priest, quienes estaban programados a tocar a las nueve en punto. Iban a ser 40 minutos de espera, sin música de fondo igual. La gente aprovecho para ir al baño, comprar sus cervezas. En ese momento el local estaba lleno.

Como ya es costumbre y gracias a la internet, los días anteriores a cualquier concierto en Lima ya se puede saber lo que sucedió en presentaciones anteriores de determinada banda que llega a tocar, cómo inicia el show, hasta el Set List completo, personalmente pienso que esto le ha quitado parte del “romanticismo”, se podría decir de aquellos que, desde años antes de Internet, íbamos a los conciertos con el suspenso de saber si se tocará o no tu canción, o si tocarán la canción más caleta, etc… Ahora, si nos has ido al concierto ya sabes con antelación que se tocó y qué se tocará.

Y como lo programado, 9 de la noche en punto, suenan los acordes de War Pigs de Black Sabbath de fondo, se apagan las luces y ya todos sabemos que así comienza el show y, luego los primeros acordes de la canción Firepower hacen que el telón se caiga, se enciendan las luces y aparezcan Halford y compañía, desatando la explosión eufórica del público. Increíble pero real, después de casi más de 30 años de espera Judas Priest tocaba en Lima.

Cada tema es aplaudido y vivido con intensidad, el guitarrista Andy Sneap —quien reemplaza a Glenn tipton por el Parkinson que padece— se luce con su guitarra ante los fotógrafos, Rob Haldford siempre agradeciendo al público, igualmente los demás músicos dando lo mejor de sí, sincronizados y ordenados.

Las canciones continúan, tocan Grinder, una de mis favoritas, hasta que llega el momento más nostálgico para mí, cuando veo la portada del disco Turbo en las pantallas gigantes, y empiezan a tocar Turbo Lover, que me remonta a los ochentas cuando compré ese LP, no podía creer verlo y escucharlo en vivo.  Y así los clásicos iban sonando uno a uno: Freewheel Burning, You’ve Got Another Thing Comin’, una de las más esperadas, que hizo estallar otra vez al público; luego Painkiller, The Hellion, para terminar con tres clasicazos de la banda, Electric Eye, Breaking the Law y Living After Midnight que nadie dejo de cantarla, bailarla y poguearla; los Judas Priest tomaron la bandera peruana y agradecieron nuevamente. Atrás en la pantalla del escenario decía en inglés ”The Priest Will Be Back” (El Sacerdote volverá). Todo había terminado, aun creíamos que volverían a salir, pero escuchamos de fondo We Are the Champions de Queen y como en otros países era igual ya sabíamos que así terminaba.

Para salir la misma travesía, solo que esta vez tuve más apoyo de los head banguers y cuando le agradecí a uno, me dijo, para eso estamos “la hermandad del metal”.

Set List

  1. Firepower
  2. Running Wild
  3. Grinder
  4. Sinner
  5. The Ripper
  6. Lightning Strike
  7. Turbo Lover
  8. Desert Plains
  9. No Surrender
  10. The Green Manalishi (With the Two Prong Crown)
  11. Night Comes Down
  12. Guardians
  13. Rising From Ruins
  14. Freewheel Burning
  15. You’ve Got Another Thing Comin’
  16. Hell Bent for Leather
  17. Painkiller

ENCORE:

  1. The Hellion
  2. Electric Eye
  3. Breaking the Law
  4. Living After Midnight
Fotografías de Carlos Blanch.