Tongo es un chichero que nació en Huancayo hace más de seis décadas, también es todo un personaje nacional, un artista que ha creado un estilo musical en torno a la cumbia andina y la parodia de música rock, y que ha sabido crear una leal y sincera comunidad de seguidores alrededor del entretenimiento en todo el mundo.
Creo que ya es tiempo de hablar con seriedad de Tongo, ya que siempre en los programas de TV sale haciéndose el gracioso y el carismático, es lo que su público le pide, y él se los da; pero Tongo no es ningún payaso o ridículo, como dicen algunos cibernautas. A mi parecer es uno de los genios modernos de la música de entretenimiento en Perú, un músico que sabe lo que hace.
Las críticas negativas, burlas y su ingenuidad al firmar contratos que le vienen generando problemas económicos, no detienen a Tongo. Es un luchador, que desde niño ha trabajado, y a sus más de sesenta años, lo sigue haciendo.
La Pituca
La primera vez que escuché de Tongo fue cuando era niño, y recuerdo que en ese entonces no me gustaba ni valoraba las melodías chicheras, pero sí sucedía que su canción más recordada la cantábamos algunos chicos, a modo de broma, en el colegio y en las salidas vespertinas del barrio donde jugábamos fútbol.
Y como en esos años, durante los días que me ha tomado escribir esta nota, de escuchar las canciones de Tongo, sus propias y covers, se ha impregnado nuevamente en mi cabeza, sin tener opción alguna de poder evitarlo, La Pituca, un tema lleno de humor, cuya letra y melodía es muy pegajosa, que narra el amor de una pituca por Tongo.
Chicha, Metal y Rock
Musicalmente, siempre me ha interesado el trabajo de los ensambles, donde se lleva una canción de determinado género a otro distinto, por eso quiero destacar el trabajo de Tongo al llevar canciones de numetal como Chop Suey y Numb, o canciones de rock clásico como Hotel California y Bohemian Rhapsody, a un género tan distintivo de la cultura popular peruana como lo es la Chicha.
Quizás no sea tan difícil hacerlo, la chicha tiene matices de rock, sobre todo en los solos de guitarra, y creo que Tongo ha logrado unir estos géneros de forma impecable. Más allá de que él toque o no todos los instrumentos, su propuesta musical de entretenimiento me resulta muy acertada.
Le Tongué
Tongo tiene un papel protagónico en sus vídeos —caracterizados por una edición poco profesional y que ya es su sello de identidad visual en la Internet—; no solo representa al estereotipo del peruano que gusta de la música en inglés sin saberlo hablar correctamente, sino que, para complementar y reforzar este estereotipo (que no es vulgar, ofensivo, ni políticamente incorrecto), ha creado lo que él denomina el “Tonglish”, una castellanización divertida de la pronunciación anglosajona. Hay que reconocerle esto a Tongo, porque claro, es parte de todo su branding personal.
Otra cosa que considero que Tongo tiene a su favor, es esa iniciativa que se ha convertido en visión empresarial y buen ojo para elegir a su público objetivo, y que se traduce también en haber superado el miedo al ridículo, porque atreverse a hacer algo diferente en nuestro país no siempre es bien visto, pero sus más de 900 mil suscriptores en Youtube, logrados con esfuerzo y persistencia, son una muestra de que su propuesta de entretenimiento musical no es ni descabellada ni vergonzosa, y por el contrario, es una muestra de cómo se puede aprovechar este tipo de nichos poco explorados.
Personalmente creo que es genial que una persona de su edad se adaptade tan bien al entorno digital, y se haya convertido en toda una celebridad de la Internet.
Yo creo, sin duda alguna, que mientras viva Tongo, tendremos más música de entretenimiento en el Perú. Y ojalá, más le sigan el ejemplo.
